Cuando allá, en Alemania, se elige a un nuevo canciller o un nuevo presidente, a nadie le interesa. Las elecciones más importantes son las del Bundestag, del parlamento federal, y quién será el nuevo Bundespräsident (presidente federal), esto normalmente ya lo saben antes. Explicando a mi madre de huésped que este presidente no tiene ningún poder político, ella puso la pregunta correcta: ¿Y para qué, entonces, necesitan un presidente?
Pero qué diferencia hay entre esto y las elecciones presidenciales en Argentina. Ya he hablado mucho de este desarrollo reciente en el país vecino del Uruguay, me hice la pregunta que también se hacen todos los Argentinos: ¿será realmente capaz de cambiar esta república que viene sufriendo una crisis económica desde años? El 10 de diciembre, Mauricio Macri inauguró como nuevo presidente. Yo no estuve en la Plaza de Mayo y no lo vi en vivo (y no sé si algunos voluntarios de Buenos Aires estuvieron, capaz que sí), pero miré el acto oficial en la televisión. Y era una sorpresa para mí que realmente se trataba de un acto, un evento tan grande como si hubieran ganado la Copa Mundial. Macri entró a la Casa Rosada donde esperaba una cantidad de representantes del extranjero, como también el expresidente alemán, Christian Wulff. Después recibió las insiginas de su oficio, el bastón de mando y la banda presidencial. Y después bailó.
¿Bailó? Sí, el presidente bailó. Los argentinos tienen un presidente bailando ahora. Sacó su banda y empezó a bailar, justamente en el balcón histórico de la Casa Rosada, dándole el micrófono a su vicepresidenta que le acompañó cantando. Para los argentinos, este momento tuvo que ser tan emocionante como el “Buona Sera” del Papa Francisco, del Padre Jorge, de su Padre Jorge en 2013, que también tuvo lugar en un balcón. ¿Qué significa entonces este gesto de Macri? Por un lado, expresa seguramente la alegría de llegar al fin a este destino por lo que él había luchado tanto, en una batalla electoral dura, en un balotaje tan reñido: la presidencia de Argentina. Pero por otro lado, esto le hace un líder carismático, diciendo: “No soy un político, soy alguien de ustedes” – Todos, estoy con vos, como la gente exclamó en la Plaza de Mayo en su voseo rioplatense. Después de una época de crisis, de pobreza y de sufrimiento, él quiere construir un “futuro mejor”, dónde se baile, se ría, se alegre. Si él es realmente capaz de cumplir estas expectativas gigantes, sólo el futuro nos lo mostrará.
Hinweis für meine deutschsprachigen Leser: Keine Angst, die Hauptsprache dieses Blogs wird auch weiterhin Deutsch bleiben. Dieser Text über die Amtseinführung des neuen argentinischen Präsidenten Mauricio Macri am 10. Dezember in Buenos Aires entstand im Zuge meines Spanisch-Sprachkurses hier vor Ort. Zukünftig geht es auch wieder auf Deutsch weiter. Trotzdem viel Spaß!